Sr. Director:

Según datos estadísticos del Instituto Nacional de Estadísticas por primera en muchos años en la población española hay una reducción durante este año de pérdida de 27.771 habitantes españoles.

 

Aunque la cifra no es abultada, muestra una tendencia y revela que no solamente ya vienen menos inmigrantes, sino que la gente joven de nuestro país se marcha. Y, en este último, dato doy fe de que también en mi familia se ha producido, ya que debido a la crisis que sufre España se ha marchado uno de mis hijos a Alemania con una hija de un añito, con la esperanza de tener más, porque en Alemania además de tener un buen trabajo, el gobierno ayuda a las familias económicamente, aumentando el ingreso por niño según número de nacimientos, (o sea a mayor número de nacimientos, mayor aportación).

España que llegó a acoger cerca de un millón de extranjeros por año, ahora son los españoles lo que buscan oportunidades fuera de nuestro país.

Entre los que no vienen, los que se marchan y la propaganda genocida que azota nuestras conciencias así como la normativa que circunscribe la cultura de la muerte que va "in crescendo", aunque este problema no es producto de la fatalidad, sino del proyecto cultural que la izquierda occidental abandera desde hace 4 décadas, y que ha puesto en práctica con especial entusiasmo Rodríguez Zapatero a través de sus ministras estrellas con la mortífera Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, un eufemismo legal que con vierte en derecho lo que antes era delito y siempre será un homicidio.

Ahora empezamos a ver la gravedad, la muy grave caída de la tasa de natalidad, con unas repercusiones en el envejecimiento como estamos viendo de la población.

Nieves Jiménez