Es todo un símbolo. El que fuera presidente del BBV y que posteriormente salió por la puerta de servicio en la fusión con Argentaria, comparte jardín con el torero Jesulín de Ubrique en Sotogrande. Y es que, honestamente, ya no es como antes. Empezaron por poner una parada de autobús delante de la casona de los Ybarra en Neguri y ahora el banquero comparte jardín con el torero. Sí, no hay duda, los tiempos han cambiado.

Aunque pensándolo bien, tampoco está tan mal. El de Ubrique puede animar las tardes de un banquero que fue muy importante, pero que sigue teniendo, como diríamos, déficit de humor. Además, Ybarra es un gran aficionado a la Fiesta Nacional, así que a lo mejor realizan pases de simulacro en las tórridas tardes del agosto de Sotogrande.

Y por cierto que la lujosa urbanización de Cádiz se encuentra hasta arriba de "jet" que ha emigrado de Marbella. La ciudad de Gunilla ha perdido mucho glamour desde el desembarco musulmán. Ese que rocía obscenamente a los viandantes con Möet Chandom. Así que la gente "bien" (o sea, los del dinero), prefieren emigrar a lugares más confortables donde no tengan que compartir semejantes compañías.