La posición del Partido Nacional Republicano ante las cuestiones suscitadas en torno a ENDESA en la pasada legislatura y en torno a REPSOL en el momento actual, se sintetiza en una clara consigna: monopolio estatal de todos los sectores de la energía bajo la III República española.
La lógica del vigente régimen es la de aniquilación nacional de España. Y esto afecta naturalmente a todos sus enclaves estratégicos en el campo económico, entre los que destaca el de la energía. España sólo formalmente subsiste como Nación. Mitterand, poco antes de morir aconsejaba vivamente: inviertan en España; está en venta.
A partir de la oleada de privatizaciones desatada por el PSOE y el PP, las principales empresas estatales del ámbito de la energía se reconvirtieron a un capitalismo de amiguetes amorrados a sus respectivas ubres gubernamentales. Con el tiempo, fueron a buscar el respaldo de caballeros blancos foráneos. De este modo ha ido avanzando la venta en almoneda de nuestros enclaves energéticos a los capitales extranjeros. Así pasó con ENDESA, ahora pasará con REPSOL, e IBERDROLA ya está en remojo.
Este proceso se ha lubrificado con invocaciones a un patriotismo demagógico, en unos casos y al liberalismo, en otros.
Tras el eslogan de los campeones nacionales, el PSOE planeó la entrega a precio de saldo de ENDESA a la Caixa, como refuerzo del Estatuto de Cataluña.
Pizarro, héroe de la resistencia de ENDESA a ser regalada al separatismo catalán, recibió el apoyo del PP; pero, abandonando toda bandera españolista, izó la del liberalismo más apátrida: soberanía de los accionistas. Y esta soberanía atrajo la Opa de la empresa alemana E.ON. El gobierno del PSOE se quitó entonces el disfraz de los campeones nacionales: Pablo Sebastián, actual ministro de industria, fue el muñidor de las intrigas necesarias para que la primera eléctrica española pasase íntegramente a manos de ENEL, eléctrica estatal italiana.
Ahora estalla el asunto REPSOL.
En REPSOL, que fue privatizada y abandonada al mercado por Aznar, tomó rápidamente posiciones LA CAIXA, de forma indirecta a través de CRITERIA, que tiene el 12,5 por ciento, y de la sociedad que comparte con CAIXA CATALUÑA, REPINVES, que posee el 6 por ciento. La MUTUA MADRILEÑA también se integra en el núcleo duro de la petrolera que, más allá de su ámbito tiene una importante participación en GAS NATURAL y en FENOSA.
Para complicar más esta situación, apareció la constructora SACYR
VALLEHERMOSO, dirigida por Jesús del Rivero, uno de los más notorios brujos visitadores de la Moncloa y de la Zarzuela. SACYR adquirió un 20% de la petrolera, ocupando varios asientos en el Consejo. Para ello contó con el apoyo de Zapatero, que se tradujo en un crédito de 350 millones otorgado por el ICO, y en las gestiones para que más de 40 bancos le otorgasen un préstamo superior a 3000 millones de euros. Pero SACYR ha resultado afectado por la quiebra inmobiliaria, no puede pagar sus deudas y su plantilla está amenazada por miles de despidos. De hecho, Del Rivero ya no es dueño de su participación en REPSOL. Quienes están actuando como verdaderos propietarios son sus acreedores, liderados por el grupo SANTANDER.
En este momento aparece LUKOIL formalmente privada, pero participada por el gobierno ruso, proponiendo hacerse con el paquete de acciones de SACYR, lo que le supondría un pago de unos 6.400 millones. Éste es, aproximadamente el montante de la deuda de la constructora. Pero los bancos aceptan que LUKOIL se subrogue en la deuda de SACYR a cambio de las acciones en la petrolera como garantía. Todos contentos: Del Rivero logra un aplazamiento para resolver sus dificultades, LUKOIL se hace con el 20% de REPSOL sin poner físicamente un duro al quedarse con la deuda contraída por la constructora- y los bancos refuerzan sus garantías. Además, Lukoil pretende conseguir un 9,9% adicional, ofreciendo para ello un buen precio, lo que están más que dispuestos a aceptar LA CAIXA, CAIXA CATALUNYA y MUTUA MADRILEÑA. ¿De dónde sacaría LUKOIL, que está asfixiada financieramente, ese dinero? LA CAIXA ya se ha ofrecido como "posible financiador". ¡Viva la ingeniería financiera!
Zapatero aparece, hasta el momento, como el más arriscado partidario de esta solución. Topa con la oposición del PP a la empresa de los oligarcas y la mafia rusa, oposición que constituye un ejercicio de hipocresía; asegura EL MUNDO que Aznar, ese gran patriota y conferenciante, propuso como compradores de acciones de REPSOL a una empresa estatal libia y a GAZPROM, empresa rusa totalmente pública. Además, la actual posición de Zapatero cuenta con detractores en las filas del propio PSOE y de sus medios de comunicación afines. ¿A qué se debe esa posición de Zapatero, que hasta hace bien poco se mostraba contrario a la venta del paquete de SACYR en REPSOL a intereses rusos, incluso privados? Jesús Cacho, en su confidencial, proporciona una explicación plausible: a cambiar de criterio habría contribuido la opinión favorable a la operación del Rey Juan Carlos I, que habría jugado un rol importante en la localización de Lukoil como potencial solución al drama por el que atraviesa Sacyr en Repsol a través de amigos norteamericanos del Monarca presentes en el accionariado de Conoco Phillips, socio de referencia de la petrolera rusa.
Esta alternativa puede fracasar. Pero su mero anuncio facilitaría otra salida, cuya pista ha insinuado Rubalcaba en declaraciones recientes. El coco ruso puede abrir paso a los franceses de TOTAL. De este modo Zapatero pagaría a Sarkozy el alquiler de la silla en la cumbre de Washington. Si después del espantajo del imperialismo ruso brutal y su petrolera del KGB y los mafiosos se anuncia la penetración de la empresa gala, muchos respirarán aliviados.
El Partido Nacional Republicano se opone a cualquiera de las soluciones que puedan plantearse en el cenagal de corrupción del presente régimen. Se distancia del griterío ingenuo e insustancial que demanda que REPSOL siga siendo española. Llamar españoles a los tinglados de LA CAIXA, dependientes de la Generalidad de Cataluña, sólo puede ser un chiste. Además, el régimen abandona todo esfuerzo de su defensa. Los soldados de Evo Morales han entrado a confiscar REPSOL y Zapatero no ha movido un milímetro de sus cejas. Y, en fin, este régimen vendepatrias ha abandonado el recurso a la energía nuclear y no realiza el menor esfuerzo de prospección de las bolsas petrolíferas detectadas en la plataforma submarina de Canarias para no ofender al sátrapa de Marruecos. Menos aún el Partido Nacional Republicano muestra preferencias por ninguna de las empresas extranjeras que acuden como chacales a beneficiarse del desguace, ni entra en ridículas distinciones acerca su naturaleza pública o privada, o acerca del grado de democracia de los Estados que las encuadran.
La única solución que propone el PNR se incluye dentro de una alternativa de reconstrucción nacional de España, que implica la afirmación de su soberanía y el despliegue de un sistema económico racional y justo. Para ello defiende la necesidad de expropiación del sector de la energía y a su gestión bajo modalidades públicas directas. Esto significa que no se admitirá la penetración de capital, sea nacional o extranjero, en ese sector, ni formas de gestión que reconozcan "soberanía de los accionistas". Para ello insiste a los españoles en que esa expropiación debe tener lugar sin indemnización, que para imponerla sólo podemos contar con la movilización popular y que únicamente puede ser garantizada mediante la instauración de la república nacional española.
Secretaría General del Partido Nacional Republicano
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