Sr. Director:
La Iglesia siempre se preocupa de los más débiles e inocentes que son víctimas de esas injusticias, pero también de quienes habiéndolas provocado -es el caso de la mujeres que han abortado voluntariamente-, sufren y buscan la paz y la posibilidad de recuperarse.

Frente a quienes se empeñan en presentar a la Iglesia y a sus miembros como profetas de calamidades, portadores de un "no" que condena permanentemente, el anuncio del Evangelio de la Vida es un sí rotundo que apuesta por la dignidad suprema de la persona humana, incluso en las situaciones más difíciles, aquellas en que la mayoría de las voces que se oyen le hacen el coro a la cultura de la muerte.

Valentín Abelenda Carrillo

vabelcarro14@gmail.com