El Gobierno de Madrid se coloca de perfil

 

El PP oficial ha desautorizado a Valcárcel que este lunes se negaba a aplicar la Ley Aído hasta que no resolviera el Constitucional. El presidente de la Región de Murcia pone sobre la mesa el problema de la inseguridad jurídica que se produce cuando hay una ley recurrida ante el Tribunal Constitucional. Es decir, la necesidad de recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad.

Además, Valcárcel es un hombre consecuente con sus principios que no está dispuesto que bajo su batuta se carguen niños de manera irremediable. Es verdad que ha mantenido siempre un perfil muy discreto. Pero esta vez ha saltado. Quizás por recientes acontecimientos personales cercanos que le han hecho valorar la vida más y mejor.

El caso es que el PP oficial se le ha echado encima y le ha desautorizado. Lo de siempre: porque la realidad es que el PP real le aplaude con las orejas. ¡Olé Valcárcel! Y el pulso lo gana. En primer lugar porque Génova no manda nada. Y en segundo lugar porque a Valcárcel Madrid le pilla muy lejos y no le interesa nada. Su ambición es Murcia y habla de los políticos con el mismo desprecio que lo hace el común de los ciudadanos.

La posición de Esperanza Aguirre ha sido más bien colocarse de perfil. Ella siempre se ha autoproclamado liberal, no conservadora. Y en estos temas morales no se siente cómoda. Conviene recordar que fue Aguirre quien le pidió a Rajoy que no presentara el recurso de inconstitucionalidad contra el gaymonio. Ahora vuelve a colocarse de perfil y dice que el médico que se niegue a practicar abortos no será sancionado. ¡Faltaría más! Le ampara la objeción de conciencia.