Dan Brown es la prueba inequívoca de que en la cultura de masas, dirigida por los plutócratas de la cultura -en especial por los grandes editores, los señores de la prensa, los Murdoch, Turner y Polanco- el éxito suele ser hijo de la frivolidad, mientras que la verdad y la profundidad circulan por canales marginales. Juan Kindelán, otro rey del periodismo económico, se ha retirado del mundanal ruido, descendido de la montaña del éxito, puede ahora permitirse el lujo de dedicarse a productos serios, libros inefables de los que pueden cambiar un sistema de pensamiento y que naturalmente, nunca serán rentables. ¿Quién dijo que lo bueno es rentable? Dos capitalistas tontos, seguro.

Así que Kindelán se ha dedicado a relanzar Ediciones Cristiandad, joyas de la edición actual aunque ninguna entre los vendidísimos.

Recién termino una de las perlas. Dos italianas sin complejos, demostración evidente de que los varones a los que en ocasiones asalta la duda de que la mujer es menos inteligente que el hombre porque sólo tiene ojos para las ministras de Zapatero y otras subespecies feministas.

Se llaman Eugenia Rocella y Lucetta Scaraffia, autoras de Contra el Cristianismo, con un sugestivo subtítulo: "La ONU y la Unión Europea como nueva ideología".

Porque una cosa es que el abajo firmante habla de Nuevo Orden Mundial, con sus siglas NOM, el poder del siglo XXI, ejercido sobre el triple mandamiento del sincretismo religioso, el relativismo moral y el odio a la debilidad, y otra que Eugenia y Lucetta demuestren el origen y desarrollo de ese NOM -al que ellas no denominan así-: los derechos humanos, una de las grandes realizaciones del hombre, se han convertido, convenientemente manipulados y pervertidos, en el peor enemigo de la Iglesia de Cristo y, por ende, de la humanidad. Yo sólo lo denuncio, ellas lo demuestran. La gran conspiración, o peor, el gran consenso, queda al descubierto porque se han tomado el trabajo arduo de resolver el crucigrama, de nadar entre la selva del derecho internacional actual bajo la máxima de los clásicos: la corrupción de los mejores es lo peor. En definitiva, Rocella y Scaraffia han logrado vencer al peor enemigo del investigador actual: la saturación informativa, el exceso, que no el defecto, de datos.

Al fin, el gran Juan Claudio Sanahuja tiene un digno sucesor -sucesoras- al desvelar la gran trama, el gran artificio de la nueva religión universal -mezcla de rodas las religiones- que, permítanme el delirio, parece el credo del Anticristo.

Sí, me refiero al argentino Juan Claudio Sanahuja, el autor de "El desarrollo sustentable" y del sitio más impactante de Internet entre los que denuncian las barbaridades que se cometen en nombre de algo tan noble como el derecho internacional.

Así que si quieren saber lo que de verdad ocurre en el mundo, lean este libro demoledor, archi documentado, asombroso, porque no hay nada más asombroso que los documentos originales, los conceptos tópicos que mueven el mundo.

En serio, cometerán un error si no leen "Contra el Cristianismo".

Al final, lo que vienen a decir las autoras es que quien odia a Dios siempre acaba odiando al hombre. El cristófobo termina en homicida, por la sencilla la razón de que, cuando quitas lo sobrenatural, sólo queda lo antinatural (Chesterton). Por eso el mercado de la muerte, la recua de abortos, esterilizaciones, embriones-cobaya, va siempre unido de la mano a los ataques más duros contra la Iglesia. Como los del NOM.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com