En entrevista concedida a Invertia (www.invertia.com), Vasile considera que Cebrián persigue el monopolio (¡Qué infundio!) y hace reiteradas alusiones al canal ilegal que el Gobierno les concedió. Se supone que se refiere a Canal , un canal que emite en cerrado y que, como ya hemos informado días atrás (y otros se han dedicado a copiarnos), el grupo Polanco quiere convertir en un canal en abierto, con el plácet del Gobierno Zapatero.
Y también le acusa de pornógrafo (esto seguramente debe ser difamación, no calumnia. No olviden que para algunos, la diferencia entre ambos no significa que la difamación propague algo cierto y la calumnia una falsedad, sino lo mucho o poco que fastidie al aludido y, en especial, el grado de ridículo al que le somete lo publicado).
Total, que no me entero si la pornografía de la que habla Vasile hace referencia a las películas porno del Plus o al mercado del sexo que vende El País. Y Vasile tiene un poquito de razón; no está bien que Cebrián imparta lecciones de ética profesional con la cola tan grande que tiene en las páginas de su buque insignia, el diario El País, en forma de anuncios, contactos o relax. Si yo fuera Cebrián, me preocuparía más la mercadotecnia sexual de El País que el cine porno de Canal . La mentalidad enfermiza y pusilánime de los amantes de las salas X es triste, pero la humanidad siempre ha andado liada con las patologías. Pero el mercado del sexo es otra cosa. Los diarios serios españoles se han convertido en el catálogo de la trata de blancas, con anexo de esclavismo, pederastia y abortivos en serie. Y así, mientras Cebrián imparte cursos de deontología y le da un repaso a propios y extraños, la cuenta de resultados de Prisa-Sogecable sigue creciendo gracias al mercado esclavista del sexo. Vasile tiene razón: Cebrián es un pornógrafo.
Como tiene razón Cebrián cuando habla de telebasura. En efecto, Tele 5 es el rey de la telemierda, una cabeza por delante de A-3 TV y de la propia televisión pública.
Es la historia de los grandes editores. No se dejen engañar: estas peleas entre los Señores de la Prensa son peleas de salón, combates fingidos. Recuerdan aquello de Asterix (una cita intelectual de mucha enjundia): Sabes que si no lo hubiera hecho ya, vendería a mi madre con tal de conseguir más audiencia, más dinero, más influencia, más poder.
No lo olviden, en la sociedad de la información, la verdad circula por conductos diminutos. Los grandes canales apestan. La honradez informativa, carente de motivaciones espurias, es patrimonio de los canales pequeños, económicamente poco solventes y empresarialmente marginales.
Eulogio López