El hombre que propuso hacer el Rascacielos España en Nueva York se ve obligado ahora a enajenar todas sus propiedades inmobiliarias para hacer frente a la crisis de Astroc. La táctica de Bañuelos consistía en ‘fichar' a figuras como Amancio Ortega a precios pactados para inflar la cotización. Bañuelos fue otro de los tocados por Moncloa para descabalgar a FG en el BBVA… al igual que Emilio Botín y Josep Oliú

El estallido de Astroc ha obligado a Enrique Bañuelos (ahora conocido como Buñuelos) a vender su perla: el dúplex de las Time Warner Towers, el complejo ubicado en Central Park, distrito de Columbus, en el mismísimo Manhattan. Recuerden: era una zona deprimida de la capital más famosa del orbe, hasta que a alguien se le ocurrió ubicar este monstruo de oficinas y residencias, con una auditorio de jazz, centro comercial de superlujo y el famoso hotel Mandarin.

Pues allí que se fue el levantino Enrique Bañuelos, el hombre de Astroc, dispuesto a poseer el don más preciado para un neoyorquino: una buena vista sobre ‘la ciudad', uno de los metros cuadrados más caros de Nueva York. La razón de la venta, naturalmente, es que esa propiedad está pignorada, al igual que sus acciones de Astroc.

El asunto ha causado cierto impacto en una urbe donde nada causa impacto durante más de cinco minutos. Entre otras cosas, porque cuando estaba en la cumbre, Bañuelos prometió a las autoridades neoyorquinas que se disponía a levantar el Rascacielos España, con el propósito de que nuestro país contara con una representación adecuada en la capital financiera. Ahora no habrá rascacielos… ni tampoco dúplex.

La verdad es que los cambalaches financieros nunca suelen ser muy originales. La técnica de Bañuelos consistía en utilizar el prestigio de personajes del tipo Amancio Ortega, para inflar la cotización de sus títulos. Se compraba por acuerdo privados, según los cuales el Ortega de turno entraba a precio inferior al de mercado y salía a precio superior al de mercado. Con ello, Bañuelos otorgaba a su empresa un aura de credibilidad impresionante entre los operadores.

Hasta que pinchó la burbuja.

Pero antes de que el bólido lanzado a gran velocidad e estrellara sucedió lo del BBVA. EL diario El Mundo informaba ayer de una operación de Astroc para hacerse con el BBVA, operación que el lunes 4 recogía el diario hermano Expansión. 

En definitiva, ahora descubrimos que Bañuelos fue otro de los tocados por la Oficina Económica de Moncloa para descabalgar a Francisco González (FG) de la Presidencia del BBVA. Como lo fueron Emilio Botín y Josep Oliú. Además, la respuesta del presidente del Santander azuzó más las ansias intervencionistas e Moncloa. Botín respondió que nunca oparía al BBVA pero que si un tercero, nacional o extranjero, lo hacía, contra-oparía o, por el contrario, pactaría con él el reparto del BBVA. Fue en ese momento donde debió aprender lo que luego sería conocido como el sistema ABN: compra múltiple con troceo preacordado del material adquirido. Naturalmente, el Santander no pensaba en el Sabadell como ariete, sino en La Caixa, entonces primer accionista del Sabadell.

Al final, no se encontró a ese caballero negro, pero lo cierto es que Bañuelos terminó en el Sabadell de Josep Oliú.