Apenas un año después de la reforma laboral, este miércoles entra en vigor una reforma de la reforma. El Consejo de Ministros aprobó hace una semana el nuevo plan de choque contra el paro juvenil y este miércoles se pone en marcha.
Aunque desde el Gobierno se ha querido vender este nuevo parche como un intento de fomentar el empleo, aunque sea temporal, para luchar así contra el paro, la explicación no convence a nadie. Ni a los jóvenes, a los que antes tenían la posibilidad de que tras dos años les hicieran fijos, pero que ahora se ven abocados a que les sigan renovando el contrato por otro año y otro y otro. Pero tampoco a quienes ven que la supuesta reforma laboral tenía la intención de luchar contra el empleo temporal y fomentar el empleo indefinido y ven cómo, tras unos meses, se da marcha atrás.
Pero además, tampoco lucha contra el paro. Si un empresario no renovaba a un joven que ya llevaba dos años trabajando para evitar que fuera indefinido, lo más normal es que tuviera que contratar a otro, que estaba en paro, para que empezara a cumplir esos dos años que le permitía el trabajo temporal. De esa manera, simplemente se daba un cambio de cromos. Pero quizás algún empresario sí que lo contrataba indefinidamente. Con la nueva reforma el empresario tiene ahora mucho más tiempo, para pensar si hace indefinido el contrato de un joven trabajador. Todo huele a que más que plan de choque contra el paro juvenil, es otro parche que lo único que logrará es precarizar más el empleo.
Andrés Velázquez
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