Puede resultar duro, pero lo cierto es que eso es lo que está ocurriendo: los dos grupos mediáticos más afines al Gobierno PRISA y a Sexta-Mediapro están en quiebra técnica, por lo que se dedican a presionar a los bancos acreedores y a empresas -por ejemplo, a Telefónica- para que les solucionen sus problemas.

Han nacido y crecido gracias a favores gubernamentales y de favores privados -monopolios y cauces de distribución- pero son tan soberbios y tan malos gestores que están en la ruina. PRISA tiene 6.000 millones de deuda y hace aguas por todas partes. La Sexta-Mediapro es peor: su estructura es mucho más ligera, nació anteayer... y el próximo mes de marzo le vencen 2.000 millones de euros.

Los dos presionan a Telefónica para que les saque de apuros: PRISA, con la vicepresidenta del Gobierno detrás, para que le compre Digital ; Jaume Roures, el hombre de Mediapro, para que le compren todos los derechos de retransmisión que tan alegremente ha ido comprando por el mundo sin tener fondos para ello. Los socios de Roures son los Migueles, el asesor de imagen de ZP, José Miguel Contreras, y su ex secretario de Estado de Comunicación, Miguel Barroso, actual esposo de la ministra de Defensa, Carme Chacón.

¿Qué banco se atrevería a embargar a los polanco o a los migueles?

El presidente del Gobierno español es un hombre acostumbrado a recrear la realidad a la medida de sus propios deseos. Su único objetivo es permanecer en Moncloa el mayor tiempo posible, y sólo se irá cuando los españoles lo echen en las urnas o cuando se convenzan de que van a echarle. ¿Podría ocurrir con la actual crisis económica ante la que ha demostrado su incapacidad? Podría, pero sólo si él se convence de que va a perder.

ZP necesita recrear la realidad de continuo, y para eso necesita un aparato de propaganda que constantemente niegue sus objetivos, que los niegue con el mayor de los cinismos.

Así, el aparato RTVE se ha convertido en un centro de propaganda gubernamental como nunca se ha conocido en España, ni con Aznar ni con Felipe González. Apenas se habla del retorcimiento continuo de la realidad por parte de RNE y TVE, justo ahora, cuando la mentira, la simulación y el sectarismo han alcanzado cotas nunca vistas.

Pero no basta con controlar los medios públicos para reinventar la realidad y para convertir en triunfos los fracasos del Gobierno y en mandamientos morales las bestialidades progres. Se necesitan los preciados multimedia privados que además, dan una mayor apariencia de independencia.

ZP nunca se ha fiado de PRISA, porque PRISA siempre ha mantenido la idea de que ellos no están al servicio del Gobierno: es el Gobierno quien está a su servicio. En cualquier caso, PRISA no puede hacer otra cosa que apoyar al PSOE, e incluso lo hace con entusiasmo en materias sociales, es decir, morales, desde que el lobby gay controla la redacción de El País.

Al tiempo, los migueles y Roures crearon La Sexta, con un privilegio gubernamental que llevaría a los tribunales a cualquiera en cualquier país civilizado. Y luego vino el panfleto denominado Público.

PRISA y La Sexta, así como RTVE -y Tele 5 conviene recordarlo siempre- se dedican al ditirambo de ZP y a imponer el pensamiento único progresista... a costa de las privanzas públicas y de las extorsiones a los privados.

Por lo demás, todo está en orden en España.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com