Sr. Director:
Algunos políticos avezados han logrado que los simios participen en nuestro Estado de Derecho dotándoles de responsabilidad penal, con asistencia de un letrado cuando sea preciso, y otorgándoles carta de ciudadanía de "la comunidad de los iguales".
Ojalá pudiera decir: "bromas aparte", pero la crisis parece haber afectado seriamente a las meninges de los que nos dirigen y el voto ya sólo sirve para unirlos en pasmosos disparates. El hombre es mucho más que un simio evolucionado. A su capacidad fantástica de razonamiento (aunque ya se ve que no es patrimonio de todos) está unida el alma inmortal con la que Dios quiso elevarle a categoría de hijo de Dios, y del uso de su libertad deberá rendir cuentas cuando se presente ante Él.
Un animal está a años luz de la dignidad del hombre. Eso que entiende hasta un niño se hace impenetrable a los reniegan de su grandeza.
Ana Coronado
corana22@gmail.com