El éxito de Shrek, cuyo mayor acierto residía en parodiar cuentos clásicos, ha dado lugar a un sinfín de películas de animación de variada calidad. Una de las últimas, y más afortunadas, fue La increíble historia de Caperucita roja que narraba, a modo de película de cine negro, el popular relato Charles Perrault. Ahora llega a las pantallas "una nueva versión" de Cenicienta, en la que nadie es lo que parece.
Así, Cenicienta (conocida por sus amigos como "Ceni") deberá enfrentarse a una poderosa madrastra que, gracias a un bastón mágico robado en el reino de las hadas, ha conjurado a todas las fuerzas del mal y pretende evitar finales felices en el que se "coman perdices". A Ceni no le ayudará en su misión el príncipe azul (que es bastante torpe) sino el lavaplatos del príncipe: mucho más atractivo y resolutivo que su alteza real.
El director Paul J. Bolger se estrena en la pantalla grande con este largometraje dirigido a los más pequeños de la casa. Un filme al que le falta, antes que nada, gracia. Y el problema reside claramente en un guión en el que abundan los chistes sosos que no logran conectar con el espectador. De tal forma que el resultado es algo pobre a pesar de mostrar algunas situaciones hilarantes (por ejemplo, el príncipe azul aprendiéndose el manual del buen príncipe)
Eso sí, Érase una vez …un cuento al revés tiene un punto positivo: su contenido es totalmente blanco, apto para llevar al cine, sin sorpresas, a los niños de la casa.