En nuestra edición del viernes 30 informamos sobre las previsibles dificultades que tendría el ministro de Economía, Pedro Solbes, para conseguir el apoyo parlamentario de su propuesta de presupuesto. Pues bien, las dificultades no han respetado el mes de agosto y han llegado en forma de carta a los Reyes Magos.
Los socios de PSC en el Tripartito catalán (ERC e IU-ICV) han pedido un aumento del gasto social en 10.000 millones de euros. Una cifra que haría doblar el déficit previsto por Solbes del 0,5% del PIB. Esto colocaría al conjunto de las administraciones públicas en situación de déficit en lugar del superávit del 0,1% presentado por Solbes el pasado viernes 30.
El vicepresidente económico ya advirtió que conocía la existencia de otras prioridades además del equilibrio presupuestario, aunque se desmarcó de las mismas afirmando aquello de "no lo vamos a hacer todo el primer año". Pero sus socios parlamentarios son más inquietos y tienen más prisa. El debate presupuestario será -como afirma ERC- la prueba del algodón, porque el Gobierno deberá ofrecer un "producto" claro y distinto percibible por la ciudadanía. Los republicanos han aprovechado para exigir el oro y el moro, con perdón. O sea, los 10.000 millones de euros en política social más el apoyo estatal a la lengua catalana.
Ahora viene el momento de la dura negociación. Solbes recuerda que el techo de gasto ya ha sido aprobado y que, por tanto, no es revisable. Sólo se pueden discutir las partidas y el reparto de ese gasto, aunque el ministro de Economía advierte que el margen de discusión es estrecho. Tan sólo un tercio del presupuesto es modificable. El resto son compromisos ya contraídos. Solbes sabe que juega con la fortaleza del chantaje de su dimisión. Pero también sabe que si tensa demasiado la cuerda, es posible que se rompa. ¡Apasionante debate sobre presupuestos el que nos espera el próximo otoño!