Tengo la sensación, Sr. Director, que la calculada irrupción de los etarras en pleno proceso electoral, promovido por la Conferencia de San Sebastián y por el partido en el poder, encierra el peligro evidente de distorsionar la campaña y de ocultar el auténtico problema de los españoles: el paro y la crisis económica.
Con cinco millones de desempleados, sería una frivolidad inaceptable que los partidos utilizaran la cuestión terrorista para no perderse en mítines efectistas en vez de explicarles a los votantes qué piensan hacer y cómo para reactivar la economía, impulsar la creación de empleo y sacar al país de su postración que es lo que ahora preocupa a los ciudadanos.
Una reciente encuesta, aún está caliente, revela que es así. Menos aprovechar cables tirados intencionadamente y más propuesta reales.
Jesús Martínez Madrid