La principal vía de transmisión de la gripe A, así como de todas las enfermedades respiratorias es la vía aérea. A través del aire van las llamadas gotitas de Pflügge, gotas microscópicas de saliva expulsadas por la boca al hablar, gritar, toser, estornudar que vehiculan los gérmenes patógenos.
La gotitas circulan entre la gente conversando en una cafetería, hablando con un dependiente de un centro comercial, con un compañero de trabajo, sentado media hora junto a un viajero de metro o autobús, en cualquier aglomeración: cines, teatros, conciertos, gimnasios, restaurantes, ambulatorios, colegios, universidades, congresos, centros deportivos, centros comerciales... en todas partes...
Es absurdo dejar de dar la mano a una persona y a cambio saludarle efusivamente: ¡¡Hola, cuánto tiempo sin verte, no te doy la mano por lo de la gripe A!!... Las gotitas expulsadas al hablar le envían muchos más gérmenes directos a la vía aérea que el darse la mano. Esta es la cruda realidad.
De todos modos se ha creado una epidemia de pánico injustificado, pues esta gripe es muy benigna como lo demuestran las cifras, y cada vez más parece un montaje para el enriquecimiento de algunos.
Y respecto a las medidas de higiene elementales como taparse la boca al toser y lavarse las manos antes de comer ya son muy buenas para todo, pero se conocían hace siglos. ¿Nos las van a enseñar ahora? ¡Ah!, olvidaba que ya no se enseñan esas cosas en el colegio. Ahora tenemos Educación para la Ciudadanía, que instruye sobre sexo oral y mucho más, y con todo quisque. Muy higiénico...
Raquel Fernández
raquel@edayenu.com