Lo peor de la crisis lo hemos pasado ya. Es la sentencia que el director de Estudios de Caixa Catalunya, Josep Oliver, reitera una y otra vez. Lo peor se sitúa en primavera-verano de 2008. Y es que el ajuste previo fue durísimo. De octubre a diciembre de 2008, se perdieron 560.000 empleos; en el primer trimestre del año, 860.000. Es decir, en apenas un semestre se perdieron 1,3 millones de empleo, un porcentaje muy elevado de los 1,8 millones que se perderán por la crisis. El grueso del ajuste ya se ha producido, reitera. Eso sí, no significa que no sigamos perdiendo empleo.
Por otra parte, señala que la pérdida de empleo en España ha sido mucho más drástica que en el resto de Europa. En ese semestre fatídico, nuestro país asumió el 64% de la pérdida de empleo de la UE. ¿Razón? Nuestro mercado laboral dual tiene a la mitad en empleos temporales de fácil disolución. Por eso Oliver descuenta que no habrá incrementos sustanciales de paro en España mientras que en los países de nuestro entorno habrá ajustes adicionales si no se consolida la recuperación económica.