Don Juan Carlos y Don Felipe estuvieron recientemente cada cual en su sitio para mejor servir a los intereses de España.
El Rey fue el primer jefe de Estado en presentar sus condolencias al monarca saudí por la muerte de su hermano y príncipe heredero. La relación de España y Arabia Saudí es de vital importancia económica en esta difícil coyuntura.
Por su parte, que el Príncipe de Asturias haya presidido el bicentenario del Tribunal Supremo no sólo es congruente con su función institucional, sino que otorga a la efeméride la proyección de renovación y de futuro que necesita el Poder Judicial. En ambos casos son actos que, además de servir al país, sirven para mejorar la percepción que de la corona estábamos teniendo muchos españoles.
José Morales Martín