No se atrevió, naturalmente, a mantener Hong Kong, porque entonces los chinos les hubiesen echado con un puntapié allá donde se vence la espalda. Pero con Argentina y con España sí que se atreven.
No sólo eso, alrededor de la puñetera roca gaditana, decide autocrearse unas aguas territoriales diez veces mayor que la susodicha, y puñetera roca.
No sólo eso, acosa y amenaza a pesqueros andaluces, poniendo en peligro sus vidas y buscando un enfrentamiento a tiros con la Guardia Civil, es decir, buscando un muerto.
Uno pensaría que, en tales circunstancias, todos los partidos políticos, de izquierdas y de derechas, se unirían a la injusticia y la chulería británicas.
Pues no. Es más, el PSOE de Rubalcaba (la alcaldesa de La Línea) apoya a los británicos con tal de fastidiar al enemigo político, el Partido Popular, e incluso acusa a éste de estar utilizando a los pescadores como carne de cañón. Nadie se lo cree claro pero demuestra que España es cainita y vive en permanente guerra civil. Las guerras externas no nos molan.
Al final lo único que se puede hacer ante la prepotencia inglesa es aislar al Peñon: cerrar la verja.
Eulogio López
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