En concreto, el Tesoro ha colocado 4.271 millones en bonos a tres años a un interés marginal que se ha moderado del 4,058% al 3,576%, mientras que el interés medio se ha quedado en el 3,384% frente al 4,023% de la subasta anterior. Igualmente, en bonos a cuatro años se han colocado 2.503 millones de euros al 3,883 %, por debajo del 4,891 % de la anterior subasta de este plazo. Por último, a un plazo de cinco años se han adjudicado 3.211 millones de euros al 3,949 %, una rentabilidad inferior al 4,885 % precedente.
Asimismo, la prima de riesgo -que mide el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo- se relajaba: comenzaba la sesión en 350 puntos básicos y se reducía poco después de la subasta hasta 335.
Y es que parece que las duras medidas adoptadas por el Gobierno de Mariano Rajoy han surtido efecto y han apaciguado a los inversores. Esa era su intención.
Y eso, mientras, la desacreditada agencia de calificación Moody's a lo suyo: esta mañana recortaba dos escalones el rating de Valencia, para dejarlo en Ba3, hundiéndolo más en la consideración de bono basura por los problemas de liquidez y los vencimientos de deuda de la Generalitat.
Pero Rajoy tendrá que compensar de alguna manera a las apaleadas clase medias, a las que se les congelan los salarios mientras les suben los impuestos para pagar los desmanes de los gobernantes -estos u otros, centrales o de comunidades autónomas, da igual-. Las clases medias no tienen la culpa y han sido las que han pagado el pato.
Y eso estamos esperando. Que el Gobierno nos compense.
Pero es que además, los ajustes no deben tener por objetivo satisfacer a los mercados financireos sino a los españoles, como paso previo para crear empleo. Y eso, don Mariano no debe olvidarlo.
José Ángel Gutiérrezjoseangel@hispanidad.com