Las exportaciones crecen un 17%, mientras que las importaciones lo hacen en un 15%.
El martes conocíamos el dato del ranking de competitividad de los países y España había caído al lugar 42. Este miércoles conocimos que la balanza económica sigue por sus derroteros y vuelve a ser deficitaria en cerca de 35.000 millones entre los meses de enero y agosto.
El déficit comercial aumenta un 9,6%, y la auténtica razón de esto es que España no es un país competitivo. Como consecuencia de ello, pese a que las exportaciones aumentan un 17% hasta los 119.023 millones, las importaciones lo hacen en 15% hasta los 154.014 millones de euros.
Esto significa que, ante la imposibilidad de devaluar la moneda para favorecer las exportaciones y dificultar las importaciones, el problema es la competitividad. Y cuando se importa lo que se hace es crear empleo fuera de tus fronteras, mientras que al exportar, se genera empleo en el propio país.
España tiene que aspirar a lograr una balanza económica como la alemana con una gran capacidad exportadora. Si no, habrá que seguir poniéndose en manos del turismo para que vaya salvando los números de nuestra economía.
Juan María Piñero
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