Sr. Director:

Las votaciones populares han encumbrado la "canción" que representará a España en Eurovisión.

Siempre he desconfiado de la decisión de las masas, pero ahora más que nunca el deseo de unos pocos que enarbolan el mal gusto y la zafiedad pueden sobre los que no se pronuncian. Son los mismos que copan las audiencias de la telebasura y provocan que programas de calidad emigren de las pantallas.

Estamos en Semana Santa. El escarnio público y la muerte del Bien y la Belleza se han personificado. Jesucristo queda a manos del populacho.

La democracia, como se ve, da lugar a graves injusticias. En Eurovisión la vergüenza ajena hará sonrojar a más de uno, el amancebamiento del poder con la ignorancia y la subcultura tienen la culpa. 

Ana Coronado

corana22@gmail.com