Sr. Director:
Acaba de finalizar una nueva cumbre del G-8 sin la presencia de nuestro país, ni siquiera como invitado. Con datos en la mano, España es la octava potencia económica mundial en producto interior bruto (superando a Canadá, miembro del G-8) y el cuarto país inversor del planeta.
Sin embargo, la presencia española en los órganos económicos internacionales es muy reducida con relación a su peso financiero. Su espectacular crecimiento de la última década y el liderazgo de un área cultural que abarca a 500 millones de personas en todo el mundo legitiman a España para exigir mayor poder de decisión en el escenario internacional y su entrada en foros como el G-8. Son imprescindibles, eso sí, dos condiciones: una decidida voluntad política del gobierno y volver a establecer lazos de confianza con aliados influyentes en Europa y América.
Jose Antonio Martínez
jamartinez2004@latinmail.com