Cuando oí, el pasado día 8, los datos del Pisa sobre la instrucción de los españoles adultos me pareció nefasto, como profesor sentí haber perdido 40 años de mi vida profesional.
El bochornoso puesto que el Informe Pisa sobre la comprensión lectora y matemática asigna a España entre los países de la OCDE tiene una causa evidente: el modelo educativo que el PSOE culminó en 1990 de la mano del entonces ministro Pérez Rubalcaba, la tristemente célebre Logse.
Su nefasta doctrina pedagógica, que erradicó el esfuerzo y el mérito de las aulas, ha convertido la escuela en una fábrica de analfabetos funcionales. Último y penúltimo puesto a los adultos españoles.
La Ley Wert trata, precisamente, de enmendar el desastre, de impulsar una educación de calidad. Después de datos como estos espero que impere el sentido común, dejemos de lado intereses políticos y sindicales, no importa quienes son los culpable y apoyemos una más que necesaria nueva ley.
Jesús Martínez Madrid