En un tiempo de crisis como el que se vive estas muestras de temor pueden incitar a cualquiera a irse al Índico y dedicarse a secuestrar a españoles. La acción sería bastante beneficiosa.
La semana pasada la Audiencia Nacional sentenció que el Gobierno español había pagado el rescate del Alakrana, lo que echaba por tierra lo que desde el Ejecutivo se había estado afirmando desde hace meses: que el Gobierno no había pagado el rescate. Pero al final de la misma, se ha conocido que ahora se ha pagado por el rescate de otros dos marineros españoles que llevaban en manos de piratas somalíes desde hace cinco meses. El pago ascendió esta vez a 5 millones de dólares.
El pago por el rescate del Alakrana, fueron 11 millones según publica estos días ABC, así como los cinco millones que ha costado el de estos dos marineros, ha tenido un aspecto en común. Ambos se han hecho lanzando el dinero desde avionetas. Parece ser que ya nuestro país se está especializando en hacer este tipo de envíos.
La política no puede ser esa, la de ceder ante las exigencias de terroristas y bandidos porque en el fondo están alimentando que este tipo de hechos sigan sucediendo. Y lo peor de todo es que esta actitud de miedo es contagiosa. Francia, que concluía este tipo de situaciones con intervenciones militares para rescatar a sus ciudadanos, está comenzando a pagar también los rescates. Y lo peor de todo es que Zapatero puede aprovechar esta situación para afirmar que hasta Sarkozy sigue ahora sus líneas de acción. Eso sí, desde el Gobierno, en palabras de la ministra de Defensa, Carme Chacón "se actuó conforme a la legalidad: nuestra prioridad fue salvar vidas y lo hicimos".
Juan María Piñero
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