Entre la indignación creciente de los sevillanos y de todas las personas que nos vamos enterando, la empresa privada Sol Meliá se está jugando su dinero y su prestigio, al alojar en su hotel de Sevilla el IX Congreso de la Federación Internacional de Profesionales del Aborto, durante los días 21, 22 y 23 de octubre.
Ya son muchos los que sin escrúpulos quieren convertir el aborto en un negocio, uno de los más violentos y sucios de nuestra época, una vergüenza de la que se abochornarán y nos echarán en cara nuestras próximas generaciones.
Sol Meliá debe rectificar y no dar acogida a una industria que causa la muerte a millones de seres indefensos y el sufrimiento de mujeres en todo el mundo.
La compañía que preside Gabriel Escarrer Juliá, se enfrenta a una responsabilidad ética y social, si sigue adelante con esta decisión, demostrando que tiene poca visión de futuro.
Que se preparen para el boicot, no hay negocio bueno con personas malintencionadas.
Pilar Mariscal