• Rescate bancario: nadie manda, nadie sabe... en España. Los únicos que saben lo que va a ocurrir son los hombres de negro.
  • Comienza el reparto de las cifras de Oliver Wyman... revisadas por Bruselas.
  • El criterio es sanear "a lo anglosajón": todo se soluciona con más capital y con la consiguiente creación de oligopolios.
  • Y lo peor: el criterio de Bruselas es que el dinero europeo no servirá para solucionar la deuda de los promotores.

El plan del ministro de Economía, Luis de Guindos (en la imagen), era que, tras el rescate bancario europeo, el mapa financiero español estuviera formado por 9 grupos más esa rareza llamada Bankinter. Pero el que paga -mejor, el que financia- manda y Europa exige rebajar hasta seis el número de entidades.

Es curioso lo que está ocurriendo con el rescate bancario de la Troika. En España intentamos aparentar que lo coordina el Ministerio de Economía, el Banco de España y el FROB, pero lo cierto es que nadie manda nada ni nadie sabe nada. Manda la Troika, los hombres de negro, el cobrador del Frac: FMI, BCE y Bruselas.

Y ahí surgen discrepancias continuas. Nadie sabe lo que va a salir del informe de Oliver Wyman y Roland Berger trufado por la Troika y que el jueves 20 empezó a distribuirse entre las entidades. Ahora bien, algo trasciende. Por ejemplo, trasciende que la Troika quiere, como mucho, seis grandes grupos bancarios mientras el Gobierno español optaba por los precitados 10 grupos bancarios.

Además, la Troika impone el modelo de saneamiento bancario anglosajón, consistente en capitalizar más una entidad en dificultades, con su correspondiente desaparición de entidades, deslocalización del crédito y creación de oligopolios. Por eso, Europa está empeñada en liquidar las cajas de ahorros... con lo poco que queda de ellas. Y tampoco le gusta nada.

Otra corrección que ha hecho la Troika es prohibir la petición del sector inmobiliario. En pocas palabras, las inmobiliarias con deuda bancaria -sea de activos ejecutados, fallidos o subestándar- soñaban con que se anulara su deuda con el traspaso al banco malo de los activos tóxicos, ahora llamados, con ese gusto por el eufemismo que invade el sector, "activos problemáticos". Pues bien, el cobrador del frac se niega a aplicar esa "dación en pago" a los promotores. Ya han perdido sus activos inmobiliarios pero no por ello han amortizado su deuda.

El baile está a punto de empezar y a algunos ya les tiemblan las canillas. Esto de los rescates es maravilloso para el rescatador, que no para el rescatado.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com