El Gobierno quiere vender a la opinión pública que la resolución del problema de los 51 inmigrantes rescatados por el pesquero español Francisco y Catalina es un buen ejemplo de la coordinación entre los países de la UE. Sin embargo, las cosas no están claras. Para empezar, Malta se ha cerrado a aceptar la entrada en puerto del buque español y sigue manteniendo con las autoridades españolas según la versión del Gobierno- una relación distante y poco diplomática. Además, están en duda los 10 inmigrantes que irán a Libia con ACNUR, ya que Libia parece que está empezando a desvincularse de su compromiso. La misma De la Vega explica que es posible que sean remitidos a Holanda.
En cuanto a los 18 inmigrantes que irán a España, la mayoría son marroquíes y, por tanto, serán repatriados. O para decirlo en palabras de De la Vega: Tendrán el mismo tratamiento que los que llegan de manera ilegal. Es decir, puerta.
De momento, los inmigrantes llegarán en avión de las FF.AA españolas a España. Desde aquí serán distribuidos. Pero como es lógico, es posible que alguno de los países se niegue a cumplir el compromiso. Al fin y al cabo, el problema ahora lo tiene España. Probablemente la razón por lo que la cerrada Malta no quería dejar a atracar al pesquero español.
Por lo demás, el armador recibirá una indemnización por el lucro cesante de los siete días que no ha podido faenar y tanto el capitán como toda la tripulación recibirán la Gran Cruz al mérito civil por su humanidad y valentía, explica la vicepresidenta.