La pasada semana fue su segunda revisión, la más significativa, tras su operación de cáncer de mama. Y los resultados no pudieron ser mejores. Además, la presidenta de la Comunidad de Madrid tiene ganas de marcha, pues sabe que el objetivo de Rubalcaba es mostrarla, junto a Dolores de Cospedal como el arquetipo de la gestión antisocial del Partido Popular. Y ya se sabe que algunas políticas se crecen con el castigo.
En definitiva, aunque sus perspectivas en política nacional son pobres con Mariano Rajoy, Aguirre ya ha desmentido a sus próximos que se vaya a ir en un año y ceder el puesto a Ignacio González. Considera que tiene cuerda para rato.
Eulogio López
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