Su precio repunta un 0,77%, hasta los 1,44 euros, el más alto desde abrilNo se lo van a creer, pero el precio del litro de gasolina ha repuntado en la primera semana de agosto un 0,77%, hasta superar los 1,44 euros, alcanzando su nivel más alto desde finales de abril, según datos del Boletín Petrolero.

Esto es muy raro. Porque siempre que se acercan las vacaciones, los precios de los combustibles bajan. Pero dejemos las ironías: estamos en agosto y los desplazamientos por toda España son más habituales que, pongamos..., invierno. De hecho, se prevén 40,7 millones de desplazamientos por carreteras, según las previsiones de la Dirección General de Tráfico (DGT). No nos chupemos el dedo. Porque las compañías del sector se forran con estas subidas.

La excepción -veremos hasta cuándo- es el gasóleo, que ha encadenado su segunda semana a la baja, tras caer un 0,94%, y se ha situado en 1,361 euros. Por cierto, este combustible es consumido por cerca del 80% del parque automovilístico español...

Pero solo es un espejismo: el precio del litro de gasolina se ha encarecido en lo que va de año un 11,1%, mientras que el de gasóleo es un 5,9% más caro que en enero. Con respecto a la misma semana del mes de agosto del pasado año, el precio del litro de gasolina y de gasóleo es un 6,3% más caro.

Con estos precios, llenar el depósito de un vehículo de gasolina medio de 55 litros cuesta 79,2 euros, 4,7 euros más que hace un año. Mientras que en el caso del gasóleo, supone un desembolso de 74,8 euros, más de 4,4 euros más que en agosto del año pasado.

Dicen las agencias que este repunte en el precio del combustible de automoción coincide con la subida en los precios del petróleo en los mercados internacionales. Así, el precio del barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cuesta 112,05 dólares, frente a los menos de 106 dólares de la pasada semana, mientras que el Texas americano se situaba en 92,26 dólares, tras haber estado por debajo de los 90 dólares.

Pero, recientemente, la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) denunció, literalmente, "la existencia de asimetrías positivas en la velocidad de ajuste de los precios minoristas antes de impuestos en respuesta a variaciones en los precios internacionales del carburante, de forma clara para la gasolina 95 y de forma débil para el gasóleo A. Las referidas asimetrías, denominadas coloquialmente "fenómeno de cohetes y plumas", indican que los precios minoristas antes de impuestos reaccionan más rápidamente ante incrementos de los precios internacionales ("cohetes") que ante reducciones de los mismos ("plumas"), suponiendo un perjuicio para los consumidores finales".

Y también puso de manifiesto que el mercado de distribución de carburantes de automoción en España "se caracteriza por un insuficiente nivel de competencia efectiva y urge la puesta en marcha de las recomendaciones efectuadas por la CNC en su informe de marzo de 2009". Así como que "los precios antes de impuestos y los márgenes en España siguen estando entre los más altos de la UE y por encima de los de economías de tamaño comparable".

Pues eso. A forrarse toca.

José Ángel Gutiérrez

joseangel@hispanidad.com