Hay dos presidentes de empresas privatizadas por las que los socialistas sienten especial inquina: el presidente de BBVA, Francisco González, y el presidente de Repsol YPF, Alfonso Cortina. Quizás por ello, la principal accionista de la constructora FCC, Esther Koplowitz, con muchas dificultades para controlar su empresa una vez se vayan los franceses de Vivendi, y acosada por los Entrecanales, mira a su ex cuñado como el posible gestor de todo su negocio. No olvidemos que Cortina ha mantenido siempre unas excelentes relaciones con Esther Koplowitz, y que en el pasado dirigió Portland Valderrivas, del Grupo FCC, incluso una vez que su hermano Alberto Cortina y su primo Alberto Alcocer habían abandonado la nave. Eso sí, por el momento, Alfonso Cortina no tiene la menor intención de abandonar la Presidencia de Repsol YPF.