• La clave está en la evolución de los resultados de FCC. De momento, en el primer trimestre ha reducido las perdidas un 77,9%. Y se espera cerrar 2014 en números negros.
  • El negocio en el exterior ha permitido al grupo "empezar a compensar la todavía contractiva situación de la construcción en España".
  • La división de servicios medioambientales es la primera fuente de ingresos de la compañía: 670 millones.
  • El objetivo de cubrir gastos en 2014, entrar en beneficios en 2015 y dos años más tarde, en 2017, consolidar su participación de control.
  • Esther Koplowitz busca que entren socios financieros en su sociedad instrumental B-1998 y reducir su parte, pero sin perder el control de FCC.
  • Con la ampliación de capital que piden los bancos, y que la empresaria rechaza, se le escaparía el control del 51% de la constructora.
El grupo constructor y de servicios FCC ha informado hoy lunes de las pérdidas en el primer trimestre: 31 millones de euros. Son pérdidas, es cierto, pero un 77,9% menores que las que registró en los tres primeros meses de 2013. El grupo considera que este resultado empieza a reflejar el efecto positivo plan de ajuste que puso en marcha en 20013. En efecto, las intenciones de la empresa controlada por Esther Klopowitz (en la imagen), después del saneamiento de 2013, pasan por cubrir gastos en 2014, entrar en beneficios a partir de 2015 y que en 2017, el principal accionista consolide su participación de control.

No hay que olvidar que el plan para refinanciar 4.512 millones de deuda de FCC se ha hecho en dos tramos: uno convencional -un crédito sindicado, firmado el 31 de marzo con 35 entidades financieras- y otro, a través de una emisión de 1.350 millones en bonos convertibles en capital del grupo. Y es ahí donde está clave para mantener el control. Koplowitz necesita que FCC gane y con esos beneficios finiquitar lo antes posible la emisión de convertibles, que sí le pueden crear un problema para mantener el control. Al cierre del primer trimestre, el endeudamiento neto asciende a 6.205 millones, un 4% más, que FCC atribuye a efectos estacionales.

El resultado del primer trimestre no es bueno. Es insuficiente, aunque quedan otros tres trimestres para que 2014 sea, en efecto, un año de transición, de equilibrio, en el que ni pierda ni gane.

Lo que Koplowitz no quiere, en ningún caso, es afrontar la ampliación de capital que le pide la banca, que implicaría perder la mayoría de FCC (51%). La empresaria está dispuesta, incluso, a reducir su participación en la sociedad instrumental B-1998 del 90% al 51%, dando entrada a nuevos socios, no industriales, sino financieros (en la línea de recientes incorporaciones como Bill Gates o George Soros). Con el dinero obtenido puede reducir su propia deuda o financiar una ampliación de capital de FCC sin diluir su participación del 51%. Es su opción preferida: financiar una ampliación de capital para neutralizar esos 1.350 millones en convertibles. El resultado sería quedarse con el 51% B-1998, a su vez propietaria del 51% de FCC.

La reducción de pérdidas en este trimestre, explica la empresa, se debe a los ajustes y al impulso del negocio internacional, que ha elevado un 2,5% la facturación del grupo, hasta 1.435,4 millones. Mientras la actividad en el exterior creció un 14,8%, en España cayó un 4,9% por el "fuerte ajuste de la inversión pública en infraestructuras". La propia FCC considera que el negocio exterior "ha permitido empezar a compensar la todavía contractiva situación de la construcción en España".

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) aumentó un 72,5%, hasta 168 millones de euros, gracias a los ajustes realizados en la construcción en España y al aumento de la rentabilidad de sus obras internacionales.

Según Juan Béjar, consejero delegado de FCC, los resultados del primer trimestre "cumplen los compromisos adquiridos en el plan estratégico y en el acuerdo de refinanciación recientemente suscrito, muestran el camino que sigue el grupo para mejorar su rentabilidad y competitividad".

Por áreas de negocio, el de construcción limitó al 1,3% su caída y facturó 449 millones, gracias al crecimiento del 49,3% en el exterior, que neutralizó la contracción del 28% en España. El 61% de las obras pendientes de ejecutar, por valor de 6.257,5 millones, corresponde a trabajos en el exterior. Entre ellas está el metro de Lima.

La división de servicios medioambientales se mantiene como nueva primera fuente de ingresos de la compañía. Facturó 670 millones, un 3,4% más. El negocio del agua progresó un 0,9%, hasta 213,8 millones de euros, y la de cemento aportó 111,3 millones y es la que más cayó, un 8,6%.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com