Y lo más curioso aún: si el cliente se percata del desaguisado, le atiende una señorita con voz de diseño, que no tiene ni idea de lo que le dicen, pero que tiene muy claro qué ‘solución' darle al problema: "Llame usted y luego acuda físicamente a su sucursal", que es lo que hacen aquellos que no pueden evitarlo por causas de fuerza mayor.
Es la técnica marketiniana de ofrecer todas las facilidades para darte de alta y obligar a cruzar un laberinto cuando decides marcharte.
Otra técnica marketiniana: primero se cobra y luego se esperan las protestas. A quien proteste se le atiende y a quien no, pues se queda sin el dinero. Se cambia de método si las protestas superan el 25%.