• El presidente del Gobierno dice que los sueldos controlados han salvado empleos, permiten que se creen y se mejora la competitividad.
  • Pero se escuda en la negociación colectiva, para decir que él no es el 'culpable': que "apoyó, pero no impuso" la moderación.
  • Rajoy acusa a Sánchez de ser una pieza más de la "montaña de problemas" que dejó Zapatero.
  • Y Sánchez acusa a Rajoy de confundir "cuatro cifras macroeconómicas" con las que "utilizan la mayoría de las familias españolas".
  • El líder del PSOE se estrena con retórica "Mientras usted vive en las raíces vigorosas de un oasis, la mayoría de los españoles tienen sed de trabajo".  

Hoy no era un día cualquiera. El joven secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez (en la imagen), se ha estrenado en su primera sesión de control al Gobierno. Y ha intentado activar la artillería de las nuevas caras parlamentarias del PSOE, como Antonio Hernando. Pero el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no se ha andado con rodeos para dejar a Sánchez en su sitio, aunque ha tropezado al defender, frente a Cayo Lara (de IU), la moderación de los salarios de 2012 a 2014. A Rajoy le da lo mismo que hasta la propia OCDE haya dicho que cuidado con ese ajuste porque si se va por esa vía, la economía se resiente (baja el consumo y la actividad peligra). No, Rajoy, ha insistido en que esa moderación ha sido "útil para salvar puestos de trabajo, permitir que hoyse cree empleo y mejorar la competitividad de la economía española".

La 'estrella invitada' era Sánchez, que ha protagonizado el primer 'face to face' con Rajoy. Y claro, como era previsible, mientras Rajoy acusaba a Sánchez de ser una pieza más de la "montaña de problemas" que dejó la legislatura de Zapatero, la última del PSOE, Sánchez acusaba a Rajoy de confundir "cuatro cifras macroeconómicas" con las "cifras que utilizan la mayoría de las familias españolas".

Ha faltado una cierta elegancia parlamentaria. Todo sea dicho. Mientras Sánchez adelantaba que es un "honor" para él liderar una "oposición con los intereses de los ciudadanos", Rajoy le apresuraba a recurrir a la ironía porque él lleva "bastantes años haciéndolo, en concreto desde que comenzó mi actividad política".

El presidente se ha agarrado a los datos para neutralizar a Sánchez: en el Gobierno Zapatero se perdieron 3,4 millones de empleos, tasas elevadas de pobreza y desigualdad y una pérdida de 70.000 millones de euros de recaudación. Sánchez ha contestado a esas cifras con un aleluya de la huerta: "Las raíces vigorosas quizás existen en el oasis en el que vive aislado, pero la mayoría de los españoles todavía tiene sed de trabajo y de un trabajo digno". Le ha invitado a que vaya a una cola del INEM y a que, si quiere crear trabajo, derogue la reforma laboral, suba el salario mínimo interprofesional y ponga en marcha la reindustrialización que necesita España. O sea, ha repetido lo mismo que dijo ayer martes a los parlamentarios del PSOE y el fin de semana en Bolonia.

Por otra parte, para defender la moderación de los sueldos, Rajoy ha dicho que este año la subida salarial media se sitúa en el 0,55%, mientras que los precios caen un 0,5%. Y se ha escudado en que lo que determina la subida de los sueldos, desde hace dos años, ha sido la negociación de sindicatos y empresarios. Una excusa como otra cualquiera, porque también ha dicho que a pesar de ser acuerdo entre las partes "creo que ha sido sensato y lo apoyé, pero no lo impuse".

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com