Pero lo más fuerte son las declaraciones de fuentes cercanas al entorno abertzale: Que se vayan enterando; el enemigo del Gobierno no es el PP sino ETA y le bajaremos del Gobierno cuando nos parezca. Lo que pasa es que probablemente no les parezca, porque el PP no parece estar dispuesto a establecer ni un solo guiño a la banda de asesinos. Aznar ya se equivocó en Zurich, y eso es suficiente.
Y mientras el Gobierno da un balón de oxígeno a los etarras, estos se reorganizan. Txeroki podría deslocalizar la cúpula de ETA a algún país europeo, mientras la orden es que los comandos vivan en núcleos urbanos más pequeños y cercanos a las vías de escapada. O sea, no en Madrid, sino en El Escorial, Ávila, etc. ETA parece dispuesta a todo y el Gobierno parece que todavía no se ha enterado.