Varios medios nacionales y regionales han sacado a la luz lo que todo el mundo se suponía. ETA no ha dejado de extorsionar y aunque por ahora no ha matado a nadie, continúa con sus prácticas mafiosas.
En esta ocasión las víctimas han sido numerosos empresarios navarros que han recibido las amables cartas de la banda terrorista y así invitarles a invertir en la lucha armada a través del impuesto revolucionario.
La pena es que pese a esto, se vayan dando pasos, o eso parece para que la banda terrorista vuelva a la legalidad con su presencia en las elecciones. De esa manera, quizás no necesiten recurrir a las extorsiones ya que la financiación les llegará directamente de los impuestos de los españoles, por lo que la extorsión será a cada uno de nosotros.
Andrés Velázquez
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