• El plan del ministro del Interior para integrar a presos etarras, comunicado en Luxemburgo, divide al Gobierno.
  • El ministro habló de desligarse de ETA de forma clara -y "solemne"- pero olvidó el arrepentimiento.
  • Las víctimas se revuelven contra el Partido Popular.
La que ha armado el ministro del Interior Jorge Fernández (en la imagen), en una 'canutazo' con periodistas en Luxemburgo, donde acudía a una reunión de responsables de Interior de la Unión Europea.
No sólo la Asociación de Víctimas del Terrorismo está molesta con Jorge Fernández y afirma que el plan dado a conocer hoy es una cesión del Gobierno a los interees de los terroristas y un varapalo para las víctimas.
Mariano Rajoy, el jefe de Jorge Fernández, está absolutamente irritado con su subordinado por haber omitido en Bruselas el requerimiento de que los terroristas pidan perdón a las víctimas entre las condiciones para su reinserción.
La situación es tan grave que el Presidente del Ejecutivo ha desautorizado públicamente a su ministro del Interior en una rueda de prensa que ha ofrecido en el Palacio de la Moncloa, al afirmar que el plan para la reinserción de presos por delitos de terrorismo no supone ningún beneficio penitenciario y que no va a haber modificación alguna en la política antiterrorista. Francisco José Alcaraz, Presidente de Voces Contra el Terrorismo, ha anunciado manifestaciones para protestar por lo que califica como una traición del Ministerio del Interior.
Jorge Fernández ha señalado que los terroristas que se acojan al plan de reinserción deberán mostrar su voluntad de dejar atrás el terrorismo de forma "clara, solemne y pública… Lo que pretendemos es establecer un programa muy ambicioso que en el marco de la legislación penitenciaria facilite que las personas que pertenecen a organizaciones terroristas o criminales puedan reinsertarse".
Ha añadido el ministro que acogerse al plan de reinserción es una condición necesaria pero no suficiente para el acercamiento de presos de ETA. Y se ha amparado para justificar el plan en el artículo 25 de la Constitución donde se recoge que el objetivo de las penas carcelarias es la reinserción social. El plan de reinserción,  por mucho que Rajoy haya desautorizado a su ministro, existe, y es un plan que irrita a las víctimas del terrorismo. Que haya utilizado la palabra perdón o la haya dejado de utilizar sólo demuestra la falta de tacto y habilidad de uno más de los sucesores de Mayor Oreja.
Sara Olivo
sara@hispanidad.com