La furgoneta-bomba de la madrugada de este lunes ha dejado destrozadas varias viviendas.

Afortunadamente no hay que lamentar pérdidas humanas, pero los materiales son ingentes. Veo la foto de una casa destrozada. Entrevistan a la dueña que mira a la cámara sonriente y concluye: resignación.

No entiendo la sonrisa de la entrevistada. ¿Por qué esta tan contenta? ¿Vale más salir en la tele que te destrocen la casa? ¿Prefiere no enfadar más a la bestia no vaya a ser que la próxima vez vayan a por ella? ¿Quizás por eso concluye con eso de resignación?

El País Vasco se salvará cuando el pueblo vasco asuma lo de Esperanza Aguirre: No me resigno. No me resigno a mirar para otro lado cuando veo a los chicos de la gasolina. No me resigno a respirar tranquilo cuando sólo han destrozado mi casa. No me resigno a que caminar con escoltas sea algo normal. No me resigno a que sea natural que la policía autónoma vaya con la cara tapada. No me resigno a consumir con naturalidad las noticias de asesinatos, secuestros. No me resigno a que mis gobernantes pongan en duda la honorabilidad de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado un día sí y otro también.

El día en que el pueblo vasco diga hasta aquí hemos llegado, ese día acabará la impunidad. Terminará el caldo gordo con el que se alimenta el terror. Los terroristas estarán en su sitio sin posibilidad de respaldo social. Y el pueblo vasco elegirá de verdad su futuro en libertad. Tiene razón Ibarretxe: el futuro del pueblo vasco está en el propio pueblo vasco. Tiene dos opciones. Convivir con el miedo o enfrentarlo. ¡Ánimo!

Luis Losada Pescador

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