Sr. Director:
Las Empresas de Trabajo Temporal (ETT), se están convirtiendo en algunos casos en tratantes de mano de obra barata y precaria, que incluso no se atienen a los convenios colectivos. Son una lacra extendida a casi toda Europa.
Se trabaja para vivir, y no al revés. Muchos horarios de empleados dificultan las relaciones familiares, sociales y afectivas por ser insalubremente absolventes, cuando no perniciosos para la salud por falta del adecuado descanso o escasas medidas de seguridad.
Los sueldos del personal no cualificado contemplado en los convenios son irrisorios, (una media de 900 euros al mes para mantener una familia).
El domingo 11 de septiembre de 1904 fue el primero que se aplicó por ley en España el descanso dominical, aún hay muchos que no lo disfrutan. El salario mínimo interprofesional español es vergonzoso y ridículo, al igual que las ayudas a la familia si las comparamos con nuestros vecinos europeos. La precariedad es de escándalo. Contratos por días, horas sueltas durante la semana, horas gratis al empleador por miedo a no ser renovados los contratos... está muy mal aún el mundo del trabajo, está deshumanizado. En las ýultimas encuestas, regiones como Cataluña, Madrid o Vascongadas disfrutan de rentas parecidas a los países más avanzados de Europa. Andalucía y Extremadura, gobernadas por el PSOE desde hace cinco lustros, siguen entre las más pobres de la nación, con peores prestaciones sociales y nulas ayudas a las familias numerosas. A qué espera el presidente andaluz, Sr. Chaves para variar las tornas de una vez.
Juan Ismael Fernández Rodríguez
juanismael2003@yahoo.es