Esta es una de esas ocasiones en las que políticos y ejecutivos mienten con eufemismos. Escasísimas ocasiones, naturalmente. Lo de AENA no se lo cree nadie. Vamos, que no se cree nadie que se trate de una mera cuestión de procedimiento, ni de cartas de conformidad ni de una auditoría u otra.

Lo que pasa en AENA es que parte del gobierno, en especial el director de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal (en la imagen), no se fía de José Manuel Vargas. Por no fiarse no se fía ni de que no se está aprovechando de la Presidencia de AENA en beneficio propio. Por eso se redujo del 60 al 49% el porcentaje para privatizar y por eso ahora se retrasa la salida. Y aún podría retrasarse más.

Hispanidad

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