Lento pero seguro. El Banco de España ha condenado al fundador y presidente de Eurobank, Eduardo Pascual, a 5 años de inhabilitación como banquero y a pagar 360.000 euros a título personal y otros 385.000 euros a sus empresas participadas. El motivo es que a través de compañías filiales, Eduardo Pascual estaba incumpliendo la pieza clave con la que el Banco de España controla la propiedad de una entidad: cada 5% que se compra del capital de un banco hay que avisar al regulador (y cada 15% solicitar el permiso correspondiente). Pascual es aún hoy el propietario del 70% del capital del banco intervenido. Contra la decisión del Banco de España cabe recurso contencioso-administrativo, pero antes Pascual deberá abonar el dinero que se le exige.
Pero hay más. El Banco de España tiene abiertos otros dos expedientes contra Pascual. En ambos, se propone inhabilitarle como banquero para 20 años (atención, de llevarse a efecto, estaríamos en los 45 años de inhabilitación) y también en ambos se le exigen 240.000 euros, es decir, un total de 480.000 euros a sumar a los 745.000 ahora exigidos. En estos dos expedientes, aún en tramitación, ya se entra en el fondo de la cuestión: se propone la inhabilitación y condena por los hechos que llevaron a Eurobank a la quiebra y que propiciaron la intervención: créditos fallidos a sociedades vinculadas, subarrendamiento de locales de las mutuas de Pascual, venta de activos a precio de favor… lo de siempre.
En cualquier caso, dos aspectos llaman la cuestión. La primera, que la sanción monetaria sea más fuerte por engañar al Banco de España respecto al control real de capital que las propuestas por haber dejado a los clientes sin dinero. La segunda, que, a estas alturas, con tanto trabajo realizado, el Banco de España continúe paralizando la devolución del dinero, con la culpabilidad de Pascual más que demostrada, y los depositantes de Eurobank no hayan recibido aún los 57 millones de euros que se les adeuda (hasta ahora se ha pagado a todos los que tenían menos de 20.000 euros. Es decir, se han pagado 80 millones de euros y quedan por abonar otros 57). Sería posible hacerlo, siempre que el Fondo de Garantía de Depósitos (en plata, el Banco de España) aceptara cobrar con retraso.
Esta decisión del Banco de España se une a la sentencia del juzgado laboral que consideró procedente el despido de la mano derecha de Pascual, Ferrán Fernández, oficialmente despedido por Pascual del banco, pero que ahora trabaja en las mutuas de Pascual. Se trataba de cobrar una indemnización, pero no lo consiguieron.