Continúa el culebrón Eurobank. Aunque es cierto que los depositantes que poseían más de 20.000 euros en el banco quebrado han empezado a cobrar, también existe un movimiento de fondo, dirigido por el expedientado presidente y fundador de Eurobank, Eduardo Pascual, para sacar tajada de la propia piedra. Así, las sociedades de "factoring" Intrum Justitia y Moner Consulting pretenden comprar todos los créditos de Eurobank a precio de risa. Intrum ofrece "generosamente" 14 millones de euros por unos créditos que valen 30. Moner está dispuesta a pagar 2 millones de euros a la intervención judicial por unos préstamos que valen casi el doble.

 

Pero el asunto no acaba ahí: la parte molar es la otra oferta, la de dos inmobiliarias, de nombre Travisol S.L. y Gebira, que quieren hacerse con los inmuebles de Eurobank. Travisol ofrece 4,3 millones de euros por la sede operativa de Eurobank en la calle barcelonesa de Lauria y 2,2 millones por la sede social, ubicada en la madrileña calle de Sagasta. Total, 6,5 millones. Mientras, Gebira quiere quedarse por 5,3 millones de euros con el patrimonio inmobiliario de Eurobank en toda Cataluña, salvo la sede operativa.

 

Los accionistas ven detrás la mano de Eduardo Pascual, al que consideran propietario indirecto de estas dos inmobiliarias, al tiempo que consideran que el precio real de los inmuebles supera en más de un 50% lo ofrecido por las dos sociedades. Pero lo más curioso no es eso. Lo más curioso es que Travisol es una sociedad inmobiliaria con un capital social de 6.000 euros ¿cómo puede, con ese capital social, ofertar por 6,5 millones de euros? A lo mejor la juez debería introducir el sistema de subasta para repartir los activos de Eurobank, que, a su vez, servirá para pagar las deudas a los depositantes.