Sr. Director:

Supe que España no iba a pasar de la Primera fase en la Eurocopa de Portugal 2004 el mismo domingo del partido, el  domingo hacia las 10 ó 10:30 horas de la mañana. Cuando me enteré de que el diario MARCA sacaba en el suplemento DOMINGO una entrevista con Marcelino Martínez Cao, el 9 de España Campeona  de Europa 1964,  compré el diario.

Siempre me he pronunciado en contra del famoso "nunca hemos ganado nada", que ha hecho fortuna por toda España, a veces incluso entre futbolistas de la propia selección española. Es mentira, es falso. Pura falsedad. Casi, casi indignidad.

Lo repetimos algunos una y otra vez. En el año 1964, España ganó la Eurocopa-64, hoy hace 40 años. Aún hoy algunos siguen, erre que erre, con el "nunca hemos ganado nada". Nos ofende. Me repugna.

Me impresionó Marcelino. "Éramos un gran equipo", dice, y  afirmaba: "Lo que tiene que hacer España es respetar el pasado para tener un futuro y para eso tiene que gastarse más en el fútbol base. Así saldrán más jugadores..."

Respetar el pasado para tener un futuro...

Si la condición es "respetar el pasado", está claro que lo tenemos muy, pero que muy crudo para el futuro. Según iba leyendo me iba dando cuenta de que no íbamos a ganar a Portugal.

Ha costado Dios y ayuda que en estos casi 30 años desde la muerte del anterior Jefe del Estado aquí se entierre por algunos el hacha de guerra contra el "anterior Régimen".

Todavía hay clubes que ganaron muchas Ligas entre 1939 y 1975, que 'le devuelven' condecoraciones al anterior Jefe del Estado ya difunto. Aún hay en España clubes que ganaron muchas Copas del Generalísimo y que se hicieron grandes justamente gracias a eso,  y compitieron en Europa gracias a ello, que devuelven condecoración pero ningún Título ganado devuelven.

La víspera del partido de Portugal un importantísimo Presidente de Parlament Autonómico presidía unas Jornadas para separar una Autonomía Española de las selecciones nacionales de España.

El segundo club más grande en Fútbol de España y el más grande sumados todos los deportes, decía anteayer por boca de su presidente que 'somos los representantes deportivos de una nación', una nación distinta de España. Hoy lunes, uno de los cuatro grandes diarios deportivos de España titula en portada que  "ahora ya no pasan ni a Cuartos", es decir, ellos (España)  no pasan, no "nosotros no pasamos".

Está muy claro: la Selección  española es cosa de "ellos", no nuestra porque... 'no es la nuestra'. España  no respeta su pasado ni se respeta a sí misma.

Ayer la Selección Española fue una sombra de sí misma en Lisboa.
Digamos que la España que jugó en Europa ante Portugal lo hizo como nuestro Gobierno,  que negocia en la UE el poder de España en la Constitución de la UE: a perder. Claudicando.

La España de Aznar fue expulsada del Mundial 2002  de Corea injustamente, cuando tenía serias posibilidades de "hacer algo" (llegar a Semifinales contra  Alemania y, tal vez, a la final contra Brasil). La España de Rodríguez Zapatero fue ayer una sombra de sí misma. Devaluada, vapuleada y humillada. Un  "don nadie".

Una sombra que vaga. Un alma en pena.

Pero lo tuve todo aún mucho más claro cuando leí lo que ponía Marca, que había dicho Villalonga, el seleccionador nacional español de 1964. Dice Marca: "Evaluó la hazaña: Lo conseguido hoy por estos muchachos puede tener vigencia de ejemplaridad quizá para los cuarenta y cuatro años próximos". Y añadía en Marca: "Van 40".

Me sé de memoria aquella alineación de España: Iribar; Rivilla, Olivella Calleja; Zoco Fusté; Amancio, Pereda, Marcelino, Suárez y Lapetra.

Ellos metían goles de todos los colores, con el pie y con la cabeza y no se dedicaban a teñirse el pelo o a lucir botas de muchos colores en el campo. Me hubiera conformado con una actitud la mitad de decidida y combativa que los de la Republica Checa contra Holanda. Pero nos falló Sáez (yo no lo esperaba) y nos fallaron muchos de los jugadores de campo.

Somos una Selección buena que falló en todo contra Portugal. Y, además, sí hemos ganado algo: en 1964, la Eurocopa.

Podríamos ser una gran Nación y nos empeñamos, sin embargo, en estar por debajo de nuestras posibilidades y de nuestra Historia. ¡Pobre España!

Eduardo de Prado

pradoae@diba.es