Generalmente se considera que el descenso de la inflación es bueno para una economía. Eso es lo que se ha estado pidiendo en los últimos meses en España, por ejemplo, después de que alcanzara el 3,5%.
Sin embargo, que en Europa descienda la inflación en bastantes países, no es una señal de buena salud. Sobre todo porque Europa en general, y en el caso español, particularmente, es un continente importador de energía, que necesita comprar petróleo, gas, etc… Y curiosamente, el petróleo sigue a unos precios exorbitados. Entonces, ¿por qué baja la inflación? Más bien debería subir.
Lo que sucede es que no hay consumo, que los ciudadanos no tienen dinero para gastar y si eso se produce en países como Alemania o Francia, el caso español es todavía mucho peor ya que los ciudadanos a duras penas llegan a fin de mes. De esta manera, los precios en el conjunto de la Unión Europea se encontrarán al 2,5% en el mes de julio, pero no son una señal de brotes verdes.
Juan María Piñero
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