Los políticos visitan poco al psicólogo y deberían visitar más al confesor. Al psicólogo no le hace falta porque su autoestima es máxima; al cura sí, porque su humildad es mínima.

Los políticos del mundo están felices porque, aseguran, el multimillonario plan de ayudas al Gobierno moroso en dificultades ha sido todo un éxito. ¿Que cómo miden ese éxito? Pues por la grande, grandísima noticia, de que en un solo día, lunes de Pascua, el Ibex 35 casi ha recuperado todo lo perdido en una semana de Pasión. Es decir, miden el éxito de su política porque la bolsa sube. Oiga, ¿y a quién beneficia que la bolsa suba? Pues a los que tienen bien cubiertas sus necesidades primarias y aún les sobra para ahorrar e invertir. Al parado, el subidón de la bolsa de ayer le trae al pairo.

No sólo eso, para aquellas empresas que desean ampliar capital -la parte más noble del innoble negocio bursátil, porque las ampliaciones crean empleo- la subida bursátil no les ayudará salvo que se mantenga en el tiempo, lo cual es bastante improbable.

Además, los mercados financieros también compran y venden, especulan, con deuda pública, especialmente si el país atraviesa dificultades. La combinación de las dificultades de la deuda griega unida al plan de Bruselas y del FMI ha servido para que muchos especuladores se forren con el bono griego y a costa de los griegos.

Por último, tras el plan de Bruselas hemos conseguido, cuánto honor, que los gobiernos morosos continúen dándole a la máquina de hacer dinero, de emitir deuda con entusiasmo: ahora sí que la van a vender y a buen precio, baratita. Esto, es, se van a endeudar más, esto es, habrá más grecias, más riesgos de bancarrota pública.

En resumen, los políticos se felicitan por el éxito del plan de ayudas de 750.000 millones de euros, cuando el plan lo único que hará será disparar la especulación y disminuir el sentido del riesgo de la insaciable clase política. El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. El político tropieza tres, el codicioso especulador se aprovecha cuatro. Como decía nuestro inefable canciller, Miguel Ángel Moratinos: Ésta es la respuesta de Europa a los especuladores. Muy cierto: la respuesta ha consistido en abrirles la puerta de par en par y, lo que es peor, en abrirles la ventanilla de caja. A los tipos les ha gustado.

¿Qué qué había que haber hecho? Dejar que se hundiera la deuda griega y ayudar a los griegos con transferencias corrientes, vía presupuesto de la UE. Ayudar a los griegos, no a los que especulan con la deuda griega ni a los que especulan en el mercado secundario bursátil.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com