Lo mismo hacen con las empresas. Realizan sus ‘ratings' en función de los balances publicados. Escaso valor añadido. Por eso don Emilio se permitió recibir a las muchachas de Moody´s Europa con los pies encima de la mesa. Un mensaje evidente: no me creo vuestros informes, por favor, no me hagáis perder tiempo, que es oro. Por supuesto, las vigilantes del mercado salieron espantadas ante la ‘falta de educación' del banquero.
Pero más allá de las agencias, cabe preguntarse dónde estaban los reguladores nacionales. Y sobre todo, que tanto Europa como Estados Unidos, están perdiendo la oportunidad de sancionar al especulador. Eso sí, al menos en el otro lado del Atlántico, Bush ha señalado que "se han cometido excesos" y ha anunciado ayudas "para las familias, no para los especuladores".