Cada vez que los responsables del Gobierno español llaman a Evo Morales para advertirle de que los ejecutivos de Repsol YPF están siendo acosados por la fiscalía y la policía bolivianas, el máximo mandatario, así como sus ministros, se llevan las manos ala cabeza y manifiestan no saber nada, sólo que a los pocas horas las cosas vuelven a complicarse. A la hora de cerrar esta edición, los directivos de Andina (empresa de Repsol YPF en Bolivia) Julio Gabito y Pedro Sánchez se encuentran en paradero desconocido, después de que la Fiscalía, órgano dependiente del Ejecutivo, entrara en la sede de Repsol para detenerlos, horas después de que otro juez hubiera desestimado la querella contra estos ejecutivos por allanamiento.
Tensar la cuerda, esa parece la estrategia de Evo Morales, a quien el asunto pilló de viaje en Santiago de Chile, para asistir a la toma de posesión de la socialista Michelle Bachelet como presidenta de la nación.