Con el poema contra Israel de Günter Grass "Lo que hay que decir", publicado el pasado mes de abril, ha aflorado de nuevo el aspecto menos ejemplar de este gran escritor, que durante décadas ocultó su militancia juvenil en las SS hitlerianas.
En su poema, Grass acusa a los israelíes de poner en peligro la paz mundial por advertir de que no se cruzará de brazos si el régimen dictatorial de Irán fabrica la bomba atómica. El hecho de que sólo los neonazis, la extrema izquierda y Teherán le hayan aplaudido debería hacerle reflexionar sobre su exabrupto antisemita. A la larga casi todos quedamos como lo que somos, al menos así lo parece el caso Grass.
Suso do Madrid