Se atiene a la tasación del Gobierno argentino: Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual han dejado la compañía con unas pérdidas acumuladas de 300 millones de dólares y 700 millones de deudas.
ZP se ha cansado de defender lo indefendible ante los Kirchner y de sostener la desastrosa gestión de Marsans. Como recuerda Jesús Caldera, ninguna empresa va a empañar las entrañables relaciones hispano-argentinas (lo dijo antes de la Davis, que conste).
Ahí lo tienen: es el borrador de decreto que se dispone a aprobar el Gobierno argentino sobre el caso Aerolíneas Argentinas: expropiación de la compañía, todavía propiedad de Marsans, aunque intervenida por el Gobierno argentino. Para que quede claro, el Gobierno de Cristina Fernández recuerda que, cuando se trata de utilidad pública, por ejemplo, el transporte aéreo, tanto la normativa Argentina como los conciertos con España permiten la expropiación.
No sólo eso: El decreto reta a Marsans a acudir a los tribunales internacionales con la tasación realizada por el propio Estado argentino que habla de la desastrosa gestión de Díaz Fernán y Gonzalo Pascual en aquella empresa. Pérdidas acumuladas por 300 millones de dólares y 700 millones en deuda.
No sólo eso, fuentes del Gobierno argentino aseguran que la sintonía entre Zapatero y Cristina Fernández es absoluta sobre le asunto. El Gobierno español está harto de defender la indefendible gestión en Marsans en Aerolíneas, aunque Ferrán haya puesto a la patronal española al servicio del Ejecutivo Zapatero y haya roto la CEOE. Como dice Jesús Caldera, el pensador oficial del PSOE, ninguna empresa podrá destrozar la entrañable relación entre ambos gobiernos. Y esta declaración tiene especial valor pronunciada antes de la victoria española en la Davis.
Todo parece indicar, por tanto, que Ferrán y Pascual no sacarán un sólo euro de ARSA -ya han sacado bastante en siete años, vaticinando la compañía- al tiempo que deberán responder ante la Justicia española por el uso del dinero que les dio el Gobierno Aznar para reflotarla.