Los despreciados inmigrantes no deben ser tan impecunes como algunos piensan. De otro modo, los bancos no se pegarían por convertirles en clientes. El Popular ha captado ya 240.000 clientes inmigrantes y confiesa que el volumen de negocio se ha incrementado un 66% en un año.
En concreto, la entidad afirma haber obtenido un gran éxito con un crédito hipotecario para que el inmigrante ecuatoriano en España compre su vivienda, no aquí, sino en Ecuador. En definitiva, se le concede un crédito a tipos de interés españoles para adquirir una vivienda con precios ecuatorianos. Y el asunto, al parecer, funciona.