No hay palabras para contarlo y sobra indignación para calificarlo. "Las imágenes que van a ver -avisa el locutor de Telemadrid- pueden herir la sensibilidad del espectador".
Efectivamente. Además, las ponen y nos las sirven en el telediario de la tarde, a la hora de comer. Horrible. Un camión todo lleno de cadáveres descarga su macabra carga, haciendo un enorme montón, como si fuesen escombros de un edificio derruido. Son cristianos asesinados en Nigeria, el país africano más rico en petróleo, donde se da esta incalificable barbarie.
No es la primera vez que llegan como estas, muestras de un genocidio anunciado y calculado para exterminar, el Islam, a cristianos nigerianos.
El atónito espectador se pregunta perplejo e incrédulo ante la despreocupación general del mundo civilizado, de la UE, de la indiferencia de muchos medios, del silencio de las cancillerías, de la inoperancia de Gobiernos, de la protesta en sordina del Vaticano y de la mudez de la ONU: ¿qué crimen han cometido estos cristianos?
¿Por qué razón son aniquilados estos seres humanos, también mujeres y niños? ¿Dónde quedan aquí los cacareados derechos humanos y el Derecho internacional? ¿Hasta cuándo continuará este crimen masivo que clama al cielo?
Esperemos sentados por que Nigeria es un país sin Ley y los cristianos sobran para muchos y además están muy lejos.
Miguel Rivilla San Martín